CAPITULO III

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Llegó el sábado, y Carmen estaba inquieta por subirse al autobús que iba hacia Marbella.

Cuando llegó a Marbella, se bajó en la parada del campamento escolar. Éste era bastante grande y en la entrada había tres banderas, la de España, la de Andalucía y la del campamento. Tenía muchos edificios y uno de ellos llamaba la atención, era grande y picudo y parecía el salón principal. Mientras observaba el campamento, apareció un señor que le indicó el camino de entrada. Ya dentro del campamento, esperó a la hora de comer, que era la hora en la que los niños salían de sus habitaciones. En ese momento, apareció su hermano y, sorprendido, le preguntó:

- ¿Qué haces aquí? ¡No me estarás espiando!
- No. Sólo he venido a por el cofre que tienes en tu mano.
- ¡No quiero devolvértelo! Además, me han gustado los dibujos.

Su hermano corrió para que no se lo quitara, pero se cansó muy pronto, y Carmen pilló a su hermano. Entonces, en ese momento, le dijo a Carmen:

- Bueno, te lo daré, pero con una condición, dime para qué quieres ese cofre.
- Lo quiero para poder abrirlo con esta llave de madera y ver lo que hay en su interior.
- Vale, pero quiero ayudarte –dijo Miguel ansioso por hacerlo.
- Vale, me puedes ayudar.
- ¡Bieeeeen! –exclamó Miguel contento.

Los dos abrieron el cofre, y dentro encontraron un trozo de papel en el que ponía: “Buscad y mirad, debajo estará”.

A Carmen lo primero que se le ocurrió fue mirar la parte de abajo del cofre y entonces, volvió a encontrar más símbolos raros.

Se preguntó qué significaban esos símbolos, pero no se le ocurrió nada de nada.

DANIEL MUÑOZ RIVERA 5ºB
ALEX OVALLE GUARDIA 5ºB
CEIP BAESSIPO

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