CAPÍTULO IX

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Los tres niños empezaron a pensar, pensar y pensar. Miguel no paraba de repetir la misma frase ”Verde es y en un largo y ancho paseo lo encontrareis”, así, repitiendo y repitiendo se quedó dormido.

A la mañana siguiente, Miguel se despertó y durante el desayuno le contó a Carmen el sueño que había tenido:

-Hermana esta noche he soñado que estaba con Javier dando un paseo por un paraje cercano. En él nos encontramos con un largo camino, ¡Parecía interminable!. Tenía mucha pendiente y era muy ancho, además, estaba rodeado de muchísimos pinos. La verdad, creo que yo he estado en ese lugar, me suena, me suena, ¿Cómo se llama?

Carmen que todavía estaba algo dormida, no le había prestado mucha atención a su hermano, pero al escuchar camino largo, ancho y con mucha pendiente, se le vino a la mente la imagen del gran cortafuegos, por el cual se accede a la torre de Meca. ¡La torre de Meca! -dijo.

Ambos exclamaron -¡Eso es!, ¡La torre de Meca!. Al instante, Carmen ya estaba telefoneando a Javier para salir hacia la torre, mientras Miguel se puso a preparar unos bocadillos. Tampoco se les podía olvidar pedir permiso a sus padres para poder salir al campo y poder llegar sobre las siete de la tarde.

Tras un largo paseo, los tres primos llegaron al pie del gran cortafuegos, miraron hacia arriba y sin pensárselo dos veces comenzaron a subir. Tardaron varios minutos hasta llegar a la cima, estaban agotados, pero necesitaban encontrar la piedra rápidamente, se estaba haciendo tarde y debían regresar.

Se acercaron a la torre de Meca, allí, Carmen dijo- debemos separarnos, de esta forma tendremos más posibilidades de encontrar la piedra.

Miguel y Javier asintieron con la cabeza y exclamaron- ¡De acuerdo!

Ya había pasado más de media hora, eran cerca de las cinco y cuarto, y ni rastro de la piedra verde, estaban exhaustos y desesperados.

Miguel dijo- Carmen debemos regresar, se está haciendo tarde y le dije a papá y mamá que llegaríamos sobre las siete.

Carmen respondió- es verdad, debemos regresar, volveremos otro día.

Javier estaba acercándose a ellos cuando observó algo extraño, parecía una luz, estaba justo encima de la torre, en ese momento gritó- ¡Venid, venid!, ¡Rápido! ¡Mirad encima de la torre!

Los tres se quedaron paralizados, no se podían mover, parecían hipnotizados por ese destello. De pronto la luz cayó al suelo por detrás de la torre. Carmen salió corriendo, Javier y Miguel la siguieron. Al llegar se encontraron con una preciosa piedra de color verde, tenía una textura muy suave y estaba caliente. Miguel comentó- ¡Por fin! seguro que es la piedra que hemos venido a buscar. Debemos irnos, nos espera un largo camino de vuelta y no podemos llegar tarde.

Llegaron cerca de las siete y diez, entraron en casa corriendo diciendo- ¡Ya estamos aquí!. Fueron directos al cuarto de Carmen, querían guardar la piedra cuanto antes. Al introducirla en el cofre, ocurrió algo sorprendente, la bombilla de la habitación estalló y el cofre se iluminó de un color verde intenso, proyectándose unas letras sobre la pared: parecían de otra lengua, no conseguían descifrar su significado,”ESPERAD A BAJAMAR QUE EL GRAN FARO OS ALUMBRARÁ”, de nuevo estaban ante un nuevo enigma.



ALUMNOS/AS DE 5º DE PRIMARIA
C.P.R. ALMENARA

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esto está mal, porque en el capítulo VIII ya está puesto lo del Paseo Marítimo; y además en éste capítulo debería de terminar la historia.

Unknown dijo...

Ésto está mal, porque en el capítulo VIII ya está puesto lo de el Paseo Marítimo, y además en éste capítulo debería terminar la historia.